El Hipódromo Romano de Estambul
Qué es y qué visitar
En el barrio de Sultanahmet se encuentra el antiguamente llamado el Hipódromo de Constantinopla fue el centro social y deportivo de la ciudad. Dentro de las actividades más populares se encontraban las carreras de carros, los cuales eran tirados por dos o cuatro caballos. Además de las carreras el hipódromo se utilizaba como escenario de bailarines, músicos y circos.
En este impactante lugar se pueden apreciar distintos monumentos:
La columna de Constantino: construida por orden del emperador Constantino I El Grande, originalmente llegaba a medir 60 metros de alto, tallada en una sola pieza conmemora la declaración de la nueva capital del imperio romano). Inicialmente estaba coronada con una estatua de Apolo y estaba cubierta de bronce pero en las Cruzadas de 1204 estas placas fueron sustraídas y fundidas.
En 1779 sufrió un importante incendio dejándole marcas negras por lo cual también es conocida como la “columna quemada”. En la actualidad alcanza los 35 metros de altura siendo uno de los edificios más antiguos de la ciudad de Estambul.
Obelisco Egipcio: Se destaca por ser el monumento más antiguo de Estambul. Su pedestal de mármol es del período Bizantino y tiene representado varias escenas de la gloria del emperador como por ejemplo la entrega de laureles al ganador de la carrera de carros. Sus 20 metros y su granito rosa lo destacan por sobre cualquier otro obelisco.
La columna serpentina: Es el segundo monumento más antiguo del hipódromo, en su origen decoraba el templo Apolo en la ciudad de Delfos en Grecia. Simboliza las victorias de las ciudades griegas sobre los persas. Fue transportada por Constantino El Grande en el año 324. Estaba decorada con tres cabezas de serpientes hasta el siglo XVII. En la actualidad una de ellas se encuentra en Museo de antropología de Estambul.
Fuente Alemana: El monumento más reciente. Inaugurada en 1900, fue un regalo del emperador alemán Guillermo II en conmemoración del segundo aniversario de su visita a la ciudad. Increíblemente, fue construida en Alemania y transportada pieza por pieza a la ciudad de Estambul.
Historia
En el año 200 d.C el emperador Septimio Severo reconstruyó la ciudad de Bizancio y realizó la obra del Hipódromo, pero en el año 324 el emperador Constantino del Grande optó por trasladar el gobierno de Roma a Bizancio.
La ciudad se amplió en gran medida y se modificó el Hipódromo siendo esta renovación uno de los objetivos más importantes. Se convirtió en el centro para la diversión y ocio de las personas de la ciudad. En su época de máximo esplendor el hipódromo contaba con una longitud de 480 metros y un ancho de 120 metros donde podían entrar 60.000 personas.
El palacio imperial fue construido al lado del hipódromo desde donde el emperador podía dirigirse por medio de un pasaje interior y luego subir una escalera que lo llevaba al palco imperial, desde donde podía ver las carreras y era aclamado por los presentes.
Las carreras
Este deporte comparable a lo que hoy son las carreras de automovilismo era uno de los más populares. Cabe destacar que podían ser de un gran peligro para los aurigas (conductores) y también para los caballos.
La carrera comenzaba cuando el magistrado daba la señal de comenzar el espectáculo con un trapo blanco llamado “Mappa”. Los carros salían de su lugar de partida pudiendo adelantar a sus oponentes para lograr realizar 7 vueltas a la pista que tenía forma de U.
Los aurigas conducían un cisio que era un carro ligero de dos ruedas; se vestían con túnicas del color del equipo que representaban, utilizando un casco de metal para su protección en caso de que el carro llegaba a volcar. Eran populares y llegaban a tener mucha fama. Uno de los más famosos fue Porfirio a quien le realizaron estatuas en su honor en la línea central del hipódromo.
La popularidad de las carreras hizo que se llegaran a apostar grandes cantidades de dinero y a que personas se dividieran entre los equipos. En un principio eran cuatro equipos, pero con el tiempo se fueron disolviendo para formar parte de los dos más populares: el verde y azul. Estas rivalidades iban más allá de las carreras, también se volcaban las diferencias políticas y religiosas que separaban a los dos grupos. Los fanaticos llegaron a ser conocidos por su violencia y vandalismo.
El hecho de mayor gravedad fue la revuelta de Nika, en enero de 532, la cual comenzó con una discusión entre los rivales transformándose en una trifulca en el hipódromo que luego se extendió por toda la ciudad destruyendo edificios públicos como la iglesia Santa Sofía y el Gran Palacio. Había quienes estaban en contra del emperador Justiniano queriéndolo derrocar por sus ideales y por cobrar demasiados impuestos. Proclamaron al senador Hipacio como el nuevo emperador, pero Justiniano mando a sus tropas a ejecutar a los rebeldes, matando a más de 30.000 personas en las afueras del hipódromo.
Debido a esto, por muchos años no se volvieron a celebrar carreras en el hipódromo y este se empezó a utilizar solo para anuncios solemnes. También comenzó a realizarse actividades de ocio sin mezclar el deporte con la política.
En 1204 los cruzados de Europa en la cuarta Cruzada logran conquistar Constantinopla saqueando sus riquezas, desde ahí el hipódromo no se volvió a reconstruir. Luego, cuando en 1453 los turcos otomanos conquistan la ciudad lo que quedaba del hipódromo comenzó a quedar en el olvido dado que ellos no tenían interés en la carreras de carros.
Actualmente, en donde se encontraba el hipódromo está la Plaza Sultán Ahmed que sigue siendo un punto de interés turístico.
Ubicación
Binbirdirek, Sultan Ahmet Parkı No:2, 34122 Fatih/Estambul, Turquía.
Consejos útiles
Se puede contratar guías locales para conocer mejor la historia.
Es ideal visitarlo cuando no hay mucho sol ya que los monumentos son al aire libre
Tiempo de visita recomendado
1 hora
Lugares próximos
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Basílica Santa Sofía
Palacio de Bucoleon