Es un recorrido imprescindible para quienes viajen a El Cairo y tengan interés en la historia, la arquitectura y la cultura islámica. Este sitio no solo representa un lugar religioso, sino también un emblema de sabiduría y costumbres que han subsistido por más de un milenio. Al-Azhar, desde sus inicios bajo los fatimíes hasta su posición actual como uno de los colegios islámicos más reconocidos a nivel mundial, simboliza el espíritu intelectual y espiritual de Egipto.
La Mezquita Al-Azhar representa la valiosa herencia intelectual y cultural de Egipto y del universo islámico. Se edificó entre 970 y 972 d.C. por el General Yawhar al-Saqalli, quien tomó Egipto en 358 / 969, supervisando la edificación y apoyando al califa fatimí Al-Mu'izz li-Din Allah, justo después de establecer El Cairo como la capital de su imperio. La mezquita debía representar un emblema de la autoridad política y religiosa de Fatimí, y con el paso del tiempo se transformó en un foco principal de la doctrina islámica.
Al-Azhar no solo se originó como una mezquita, sino también como un centro de educación, centrado en la instrucción en teología islámica, derecho y ciencias. Durante el gobierno de Fatimí, se desarrolló como una institución educativa oficial y prosperó como núcleo de enseñanza de la religión chiíta, con su propio sistema de becas y clases, además de su papel como espacio de oración.
Con el derrocamiento de los fatimíes y la aparición de los ayyubíes bajo Saladino en 1171, la educación en Al-Azhar se transformó de la doctrina chiíta a la sunita. Saladino cerró temporalmente la mezquita y disminuyó su función como centro educativo, sin embargo, durante la época de los mamelucos, fue restaurada y recuperó su importancia académica, transformándose en un relevante núcleo de enseñanza islámica sunita.
Los otomanos mantuvieron el apoyo a Al-Azhar y ampliaron sus infraestructuras. En este periodo, la mezquita se estableció como un relevante núcleo de estudios islámicos en el ámbito suní, captando la atención de alumnos de diferentes regiones del mundo islámico.
En 1798, durante la invasión francesa, la mezquita fue parcialmente clausurada, pero se reabrió y prosiguió su crecimiento como universidad islámica hasta el siglo XX, periodo en el que empezó a modernizarse. Actualmente, la Universidad de Al-Azhar se encuentra entre las más honradas en el campo de los estudios islámicos y continúa siendo un emblema de la persistencia del saber islámico y la cultura en Egipto.
 
La Mezquita Al-Azhar es un lugar de culto, un centro de enseñanza y una obra maestra de la arquitectura islámica. Al visitar la mezquita, aquí tienes algunos puntos destacados que no te puedes perder:
El corazón de la mezquita es su sala de oración, un impresionante espacio adornado con arcos y columnas que reflejan la grandeza de la arquitectura islámica fatimí. Los detalles tallados y la calma que se respira en este lugar lo convierten en un punto clave para apreciar la espiritualidad de Al-Azhar.
Al-Azhar tiene cuatro minaretes, cada uno de ellos representando diferentes períodos históricos de la arquitectura islámica. Los minaretes destacan por su diseño y detalles ornamentales, incluyendo elementos fatimíes, mamelucos y otomanos.
El patio abierto de la mezquita es un lugar ideal para apreciar la arquitectura fatimí, con su pavimento de mármol blanco y sus arcos simétricos. Este espacio se utiliza para reuniones y oraciones, y también es un lugar perfecto para la meditación y la reflexión.
La biblioteca de Al-Azhar es una de las más antiguas y completas del mundo islámico. Alberga manuscritos históricos, libros antiguos y documentos que datan de más de mil años. Para los amantes de la historia y la cultura islámica, esta biblioteca es una visita obligada.
Aunque no es posible recorrer todas las áreas de la universidad sin permiso, la zona educativa de Al-Azhar es fascinante. La universidad de Al-Azhar ha evolucionado a lo largo de los siglos y sigue siendo un centro importante de estudios islámicos, que atrae a estudiantes de todas partes del mundo.
La Mezquita Al-Azhar está situada en el centro de El Cairo, y es bastante accesible desde diferentes partes de la ciudad.
Visitar la Mezquita Al-Azhar es una experiencia única y enriquecedora, y algunos consejos te ayudarán a disfrutar al máximo:
Tomar un paseo por sus corredores y valorar la hermosura de sus arcos, columnas y minaretes es viajar en el tiempo y hallar una civilización que perdura en cada detalle. No solo es una vivencia visual visitar Al-Azhar, sino también una oportunidad para vincularse con el legado de una de las culturas más antiguas y profundas del mundo islámico.
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