Considerado como una de las obras de ingeniería más emblemáticas de la historia, El Canal de Suez ha sido un punto crucial en el comercio global y la geopolítica durante más de 150 años. Este canal artificial conecta el mar Mediterráneo con el mar Rojo, facilitando el tránsito marítimo entre Europa, Asia y África sin necesidad de bordear el continente africano. Su historia está marcada por avances técnicos, conflictos políticos y una influencia significativa en el comercio mundial.
El concepto de un canal que uniera el Mediterráneo con el mar Rojo no es exclusivo del siglo XIX. Durante el reinado del faraón Senausert III, en el siglo XIX a. C., se construyó un canal que conectaba el Nilo con el Mar Rojo. Aunque este primer canal se llenó de sedimentos con el tiempo, fue reabierto y mejorado por dinastías posteriores, incluidas las de los faraones egipcios, los persas y los romanos.
Sin embargo, con la caída del Imperio Romano y la disminución del comercio en la región, el canal quedó abandonado. La idea de una conexión directa entre los dos mares resurgió durante la Edad Media, pero no fue hasta la Revolución Industrial que la tecnología y los intereses comerciales hicieron viable su construcción.
El Canal de Suez moderno fue concebido por Ferdinand de Lesseps, un diplomático y empresario francés. Después de obtener la autorización del gobernador otomano de Egipto, Said Pachá, en 1854, se fundó la Compagnie Universelle du Canal Maritime de Suez para llevar a cabo el proyecto.
La construcción comenzó en 1859 y enfrentó numerosos desafíos, como las limitaciones tecnológicas, la falta de mano de obra calificada y las dificultades de financiar una obra de tal magnitud. Se recurrió al trabajo forzado, involucrando a miles de campesinos egipcios, lo que generó controversias. Tras una década de esfuerzos, el canal se inauguró oficialmente el 17 de noviembre de 1869.
Con una longitud original de 164 kilómetros y una anchura que variaba entre 60 y 100 metros, el canal representaba una revolución en el transporte marítimo. Su construcción permitió acortar la ruta entre Europa y Asia en aproximadamente 7,000 kilómetros, eliminando la necesidad de rodear el Cabo de Buena Esperanza.
 
Desde su inauguración, el Canal de Suez ha experimentado varias ampliaciones y mejoras. En 1876, se implementaron medidas para aumentar su capacidad de tráfico y reducir el tiempo de tránsito. Durante el siglo XX, el canal fue ampliado para permitir el paso de embarcaciones más grandes. Hoy en día, el canal tiene una longitud de 193 kilómetros y permite el tránsito de buques de hasta 400,000 toneladas de peso muerto.
Una de las expansiones más significativas fue el proyecto inaugurado en 2015 por el presidente de Egipto, Abdel Fattah el-Sisi, que creó un segundo carril a lo largo de 35 kilómetros y amplió varias secciones del canal. Este proyecto aumentó la capacidad del canal y redujo significativamente los tiempos de espera.
El Canal de Suez ha sido un punto de tensión política desde su apertura. Originalmente bajo control francés y británico, el canal fue nacionalizado en 1956 por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser. Esta decisión provocó la llamada Crisis de Suez, durante la cual Israel, Francia y el Reino Unido intentaron recuperar el control mediante una invasión militar. Aunque lograron avances iniciales, la presión internacional, particularmente de Estados Unidos y la Unión Soviética, los obligó a retirarse, consolidando la soberanía egipcia sobre el canal.
El canal también cerró temporalmente en dos ocasiones debido a conflictos: durante la guerra de 1967 y la guerra de octubre en 1973. En ambas ocasiones, el canal fue minado y utilizado como línea de demarcación militar.
Hoy en día, el Canal de Suez sigue siendo una vía estratégica vital. Aproximadamente el 12% del comercio mundial transita por él, y genera miles de millones de dólares anuales en ingresos para Egipto.
A lo largo de su historia, el Canal de Suez ha enfrentado múltiples desafíos, desde conflictos políticos hasta incidentes que han afectado el comercio global. Algunos de los problemas recientes más significativos incluyen:
Bloqueo del Canal de Suez en 2021 (Ever Given) Uno de los incidentes más notorios ocurrió en marzo de 2021, cuando el buque portacontenedores Ever Given, de 400 metros de longitud y más de 200,000 toneladas de peso, encalló y bloqueó el canal durante seis días. Este suceso interrumpió el tráfico marítimo global y afectó a cientos de embarcaciones, causando pérdidas económicas estimadas en miles de millones de dólares. El incidente resaltó la vulnerabilidad del canal ante problemas de navegación y la necesidad de mejorar los protocolos de gestión de crisis.
El crecimiento del comercio global ha llevado a un aumento en el tráfico marítimo, lo que provoca congestión en el canal. A pesar de las expansiones, en momentos de alta demanda los buques deben esperar horas o incluso días para cruzar. Esto afecta los tiempos de entrega y aumenta los costos logísticos para las compañías navieras.
Dada su importancia estratégica, el Canal de Suez ha sido un punto de tensión en conflictos internacionales. La región ha enfrentado amenazas de ataques terroristas y conflictos militares, lo que genera preocupaciones sobre la seguridad de la vía marítima. Además, los recientes ataques en el mar Rojo por parte de grupos armados han planteado nuevos desafíos para la seguridad del tránsito comercial.
El Canal de Suez no solo es un logro de la ingeniería moderna, sino también un atractivo turístico. Desde la ciudad de Ismailía, los visitantes pueden recorrer museos y disfrutar de vistas panorámicas del canal. Los principales puntos de interés incluyen:
El Canal de Suez está ubicado en Egipto y es accesible desde varias ciudades importantes:
Las principales ciudades a lo largo del canal, como Ismailía, Puerto Said y Suez, cuentan con infraestructuras modernas para recibir a los visitantes.
 El costo varía según el tamaño y tipo de embarcación. En promedio, las tarifas pueden oscilar entre $100,000 y $700,000 por buque. Egipto ajusta periódicamente las tarifas en función del tráfico y la economía global.
El tiempo promedio de tránsito es de 12 a 16 horas, dependiendo del tamaño del barco y la congestión del tráfico.
 Porque conecta Europa y Asia sin necesidad de rodear África, reduciendo hasta 7,000 km en las rutas comerciales. Aproximadamente el 12% del comercio mundial pasa por él.
En marzo de 2021, el Ever Given quedó encallado y bloqueó el canal durante seis días, afectando el comercio global. Fue liberado tras una operación de rescate y su empresa propietaria tuvo que pagar una compensación a Egipto.
Sí. En 2015, Egipto inauguró una ampliación de 35 km y sigue desarrollando proyectos para aumentar su capacidad y mejorar la eficiencia del tránsito.
El Canal de Suez es más que una vía de navegación; es un testimonio de la capacidad humana para transformar geografías y conectar mundos. 
 
Si te interesa recorrer Egipto con guía en español, echa un vistazo a nuestros viajes a Egipto y empieza a planear una aventura inolvidable.