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Termopilas

Recordar la batalla de Termopilas es pensar en los espartanos y la Grecia Antigua. Alrededor del año 480 antes de esta era el Imperio Persa empezó su segunda campaña para invadir las islas griegas. En la primera ocasión, en la costa de Maratón, el rey Darío I intentó sin éxito la conquista de los atenienses y su terrible fracaso hizo que su hijo Jerjes I intentara nuevamente la invasión.

En la segunda ocasión llegó con casi medio millón de soldados y el firme propósito de hacer sucumbir a los griegos. Uno de los primeros encuentros que tuvieron estos dos pueblos fue el paso de Termópilas en el que alrededor de 10 mil griegos intentaron retrasar el avance de los persas a la ciudad de Atenas. Los espartanos llegaron comandados por el rey Leónidas y una infantería de 300 personas. Jerjes llegó tan confiado de su superioridad numérica que no se dio cuenta que los griegos se encontraban en un cuello de botella en el que sus soldados no podrían explotar su mayor ventaja. Durante tres días de batallas, los griegos lograron contener una enorme cantidad de soldados de Jerjes, general que sólo podía observar cómo sus tropas no podían derrotar a un enemigo en inferioridad numérica.  
 

Visitar Termopilas 
La batalla quedó impregnada en la historia de la humanidad con tal fuerza que todavía se sigue recreando y analizando lo que sucedió en aquella época. Se han hecho películas, documentales y libros sobre el tema. Gracias a la película 300 de Zack Snyder la batalla se volvió sumamente popular. Aunque históricamente posee muchos errores y malinterpretaciones, la película está basada en un comic creado por Frank Miller quién creo una versión de la historia con más mitología y drama. Ahora se ha convertido en una atracción turística en el país en el que se originó. Si te mueres de ganas por visitar el museo, te recomendamos seguir está guía para conocer el museo y la zona en dónde se suscitó el evento hace más de dos mil años. 


La batalla de Termopilas tuvo lugar en la zona de Thermopylae, Grecia a dos horas de la actual Atenas. En el lugar se encuentra un museo dedicado a la batalla. Para llegar ahí necesitas llegar a la capital de Grecia y buscar un autobús que te lleve ahí. El museo es muy económico, con tan sólo 3 euros puedes observar con detalle todos los eventos ocurridos en la zona. El lugar tiene por nombre Centro Innovativo de la Información Histórica sobre Termopilas y apenas tiene menos de una década su creación. El museo es más bien una iniciativa local que una atracción turística diseñada por el gobierno griego. Es por eso por lo que no debes esperar un lugar con miles de artefactos o información respecto a la batalla. Quizás en un futuro veamos un crecimiento de lugar y halla más atracciones, pero por lo pronto puedes disfrutar de videos interactivos, una guía sobre los eventos que sucedieron en la época y algunos elementos encontrados en el lugar. 

 

Museos, historia y paisajes naturales
Grecia es uno de los países que más ofrece atracciones históricas de la época clásica. Además de disfrutar de la mítica ciudad de Atenas, también podrás tener acceso a museos y eventos que sucedieron antes que la batalla de Termopilas y después de ella. Además, podrás observar la evolución del pueblo griego y las dificultades que sufrió a lo largo de la historia para conservar su cultura y su historia. El lugar de las Termópilas aún existe, aunque es difícil encontrar el lugar exacto en el que se llevó a cabo el conflicto. Esto debido a que la geografía del lugar ha cambiado y lo único que permanecen son las cascadas termales (de dónde deriva su nombre).
 

La mejor temporada para visitar el lugar y toda Grecia en general es en septiembre. El país suele ser más atractivo para los turistas en temporada alta y los precios suben en todos los aspectos. Por eso es mejor llegar en septiembre, disfrutar de las playas y otros atractivos sin tener a tantos turistas en el lugar. 
 

Si eres fan del evento histórico de Termópilas seguramente te llamará la atención los museos y las atracciones históricas que ofrece Atenas. Si vas a viajar en el interior del país, lo mejor es rentar un auto (cómo en el caso del museo de Termópilas) y vas a viajar a las islas lo mejor es tomar un avión o un ferry que te lleve a ellas. Cada uno presenta sus ventajas y desventajas. Por lo que te recomendamos que adaptes tu itinerario a los días y el presupuesto que tengas. 


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